¿No sabes si te conviene más ser fisio autónomo o asalariado en Francia? Tranquilo, en este artículo te explicamos todo paso a paso. Cada opción tiene sus ventajas, sus pegas… y su propio estilo de vida. Vamos a verlo con calma.
Este artículo es el resultado de una colaboración entre Rempleo y Café Kiné.
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1. Ser fisioterapeuta autónomo: cómo funciona
El fisioterapeuta autónomo (libéral en francés) recibe su remuneración según los actos que realiza. Firma una convención con la Seguridad Social que fija sus honorarios, aunque tiene la posibilidad de aplicar suplementos excepcionales (un dépassement exceptionnel (DE)) si el paciente tiene exigencias especiales (por ejemplo, solo citas a partir de las 20:45). También puede realizar actos fuera de nomenclatura (actes hors nomenclature (HN)).

Si eliges la opción autónoma, puedes trabajar en:
- un cabinet paramédical, individual o compartido,
- un MSP* (une maison de santé pluriprofessionnelle) pagando un alquiler,
- un EHPAD* (acrónimo de Établissement d’hébergement pour personnes âgées dépendantes) con eventual retrocesión,
- establecimientos termales, etc.
Este estatus es elegido por aproximadamente el 80 % de los fisioterapeutas.
2. Fisioterapeuta asalariado: lo que tienes que saber
Cuando pensamos en “fisioterapeuta asalariado”, normalmente pensamos en los profesionales que trabajan en hospitales con un contrato laboral. Este es el modo de ejercicio asalariado más común (aproximadamente 17 % de los fisios en Francia).
Existe un vínculo de subordinación con la entidad que contrata los servicios. También hay fisios asalariados en clínicas privadas, IEM, IME, SSR, PMU, etc.
Si eliges este estatus, tu remuneración será fija, dependiendo de las horas semanales y del salario acordado al firmar el contrato.

Mi experiencia: el 100 % de los fisioterapeutas que acompaño optan primero por empezar como asalariados, y tras unos meses o años, según las oportunidades, deciden pasarse a autónomo.
¿Por qué recomiendo esta estrategia? Principalmente por dos razones:
- Tranquilidad administrativa: empezar como asalariado permite familiarizarse con la profesión sin agobiarse con todo el papeleo que conlleva montar un gabinete propio.
- Conocer la ciudad o región: trabajar como asalariado primero te permite explorar la zona, conocer la demanda y la organización de la ciudad antes de comprometerte a abrir tu propio gabinete.
Así, cuando decidas dar el salto a autónomo, lo harás con más seguridad, información y confianza.
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3. Dinero y patrimonio: lo que nadie te dice sobre ser fisioterapeuta autónomo
Como mencionamos antes, el fisio autónomo cobra por acto, lo que le da control total sobre su remuneración. Puede decidir “trabajar más para ganar más” según sus objetivos, su energía o la demanda de pacientes.
Sin embargo, los ingresos no son estables y pueden variar mucho debido a fenómenos externos. Por ejemplo, en zonas turísticas como Vieux Boucau les Bains, en las Landas, la población pasa de 1.600 habitantes en invierno a 25.000 en verano, lo que afecta directamente la cantidad de pacientes y, por tanto, los ingresos.
Otro punto importante: la remuneración que recibes es bruta, y debes descontar gastos (des charges) importantes que pueden representar un porcentaje importante de su facturación. Estas incluyen: impuestos, URSSAF (cotizaciones sociales), CARPIMKO (cotización jubilación, invalidez y seguro de fallecimiento), seguro de previsión, contribution foncière des entreprises (impuesto local anual), software profesional, seguros, alquiler, gestoría, AGA y otras mensualidades o cuotas profesionales. Una mala gestión de estos gastos puede reducir significativamente los beneficios.

Pero ser autónomo también tiene ventajas financieras a largo plazo. Puede crear patrimonio, ser propietario de su gabinete y, si quiere, incluso expandirse con un segundo local o una SCI (sociedad civil inmobiliaria) para optimizar impuestos. Además, al retirarse, puede negociar la cesión de su cartera de pacientes a otro profesional, asegurando un ingreso adicional o una transición suave.
4. Spoiler: ser fisioterapeuta asalariado también tiene su encanto (y muchas ventajas)
El fisio asalariado, en cambio, disfruta de estabilidad y visibilidad de sus ingresos, normalmente con menor carga de trabajo que un autónomo. Además, puede acceder a pagas extras, incentivos por desempeño, dietas e incluso ventajas en especie, como alojamiento o transporte.
No necesita hacer inversiones iniciales, pagar alquiler de local, adquirir software o preocuparse por la contabilidad. Esto lo convierte en una opción ideal para quienes quieren empezar tranquilos, conocer la ciudad y la región antes de lanzarse al mundo autónomo, o simplemente priorizar la tranquilidad financiera sobre la libertad total.
💡 Extra interesante: algunos fisios asalariados pueden acceder a planes de ahorro o jubilación complementarios ofrecidos por su empresa, y la formación profesional está casi siempre cubierta por el empleador, con el sueldo mantenido durante las horas de curso. Esto permite mejorar competencias sin perder ingresos y mantenerse actualizado con nuevas técnicas.
Vacaciones extra : ¿Sabes lo que son las RTT ? Te va a encantar ⬇️
La RTT (Réduction du Temps de Travail) existe en Francia desde el año 2000, cuando se instauró la semana laboral de 35 horas. Es una medida que otorga días libres extra a los empleados que trabajan más de 35 h semanales, según el convenio o acuerdo de empresa, para favorecer el equilibrio vida-trabajo y repartir mejor el empleo.
5. Ser tu propio jefe: ventajas y trampas del fisioterapeuta autónomo
Dentro de su trabajo como asalariado, un fisio tiene la posibilidad de trabajar en equipos multidisciplinares y colaborar con otros compañeros dentro de su servicio. Este es uno de los puntos más valorados por quienes eligen este tipo de ejercicio.
En cambio, el fisio autónomo suele estar solo frente a su paciente. Aunque trabaje en un «cabinet» compartido, rara vez puede practicar de manera transversal con otros profesionales. En la práctica, la colaboración con enfermeros, terapeutas ocupacionales o médicos suele estar poco desarrollada.
Además, la carga administrativa es mucho menor en el asalariado, y normalmente se cuenta con apoyo logístico, informático y de material. El fisio que trabaja por su cuenta puede contratar los servicios de una secretaria (sí, eso implica un gasto adicional) para aliviar parte de estos problemas.

Por otro lado, el autónomo disfruta de libertad total: no hay subordinación, puede asociarse con otros profesionales para reducir gastos y tiene control (aunque relativo) sobre su agenda. Si eliges la independencia, tendrás la libertad de instalarte en la zona que te interese, fuera de áreas saturadas, y no dependerás de la ubicación de un empleador. Para más información, puedes consultar el Portail d’Accompagnement des Professionnels de Santé (PAPS) de tu región y cómo funciona el conventionnement en zonas saturadas.
Eso sí, hay que ser realista: la demanda de fisios asalariados es muy alta, y hay puestos vacantes en casi todo el territorio francés, lo que facilita encontrar empleo si buscas estabilidad.
Antes de decidir si quieres ser autónomo o asalariado, tómate un momento para reflexionar con estas preguntas:
- ¿Qué valoras más: seguridad y estabilidad de ingresos, o libertad total para organizar tu trabajo?
- ¿Te sientes cómodo gestionando toda la parte administrativa y financiera de un «cabinet«?
- ¿Quieres explorar la zona y el mercado antes de lanzarte por completo como autónomo?
Responder a estas preguntas te ayudará a tomar una decisión más consciente, según tu estilo de vida y tus objetivos profesionales.
6. Vida personal de un fisioterapeuta en CDI
El mayor beneficio de ser asalariado se refleja en la vida personal y familiar. Un CDI (Contrat à Durée Indéterminée, contrato indefinido en Francia) ofrece estabilidad laboral y horarios controlados, lo que aporta tranquilidad y seguridad.
El mayor beneficio de ser asalariado se refleja en la vida personal y familiar. Tener horarios controlados aporta tranquilidad y seguridad, especialmente en zonas con pocos profesionales.
No hay urgencias constantes, ni pacientes en situaciones críticas a los que tengas que decir “no puedo atenderte hasta dentro de 5 días”. Tampoco hay llamadas a última hora un viernes por bronquiolitis durante el fin de semana o días festivos (vale, casi no ocurre, pero todavía pasa).
En cuanto a los reemplazos, bajas por maternidad/paternidad o enfermedad, el fisio asalariado no tiene que preocuparse; puede planificar estos períodos con total tranquilidad (¡imagínate hacer un trekking por Nepal sin estrés!). Además, disfruta de vacaciones pagadas.
💡 Extra: si no te ves formando una familia a corto plazo y buscas más independencia y flexibilidad, este puede ser el momento ideal para pasarte a autónomo. Te permitirá organizar tu agenda, decidir dónde trabajar y experimentar con distintos tipos de práctica antes de asumir responsabilidades familiares. Por otro lado, si valoras seguridad y estabilidad, seguir como asalariado puede ser la mejor opción mientras planificas tu futuro.
🎁Bonus : Cómo montar tu cabinet de fisio sin morir en el intento
Montar un cabinet como fisioterapeuta autónomo puede ser complejo según la zona: encontrar un local, conseguir una cartera de pacientes y gestionar todos los trámites administrativos no siempre es fácil. Algunas localidades con alta demanda pueden ofrecer apoyo en estos aspectos.

Existen ayudas específicas que pueden inclinar la balanza hacia la opción autónoma, como:
- CACCMK: contrato de ayuda para la creación de gabinete, hasta 50.000 € en 5 años.
- CAIMK: ayuda a la instalación de MKDE en zonas poco dotadas, hasta 34.000 € en 5 años.
- Exenciones fiscales: por ejemplo, en ZFU (zonas francas urbanas) o ZRR (zonas rurales con necesidades específicas).
En la pagina web de la Seguridad Social francesa (URSSAF), encontrarás un resumen de todas las ayudas disponibles para la creación de una consulta principal o traspaso de una consulta.
Es importante tener en cuenta que abrir un gabinete puede suponer un coste elevado, que suele oscilar entre 15.000 y 60.000 €.
Los fisios autónomos, pueden financiar sus cursos a través del OGDPC o del FIF-PL, cuyos catálogos están disponibles online. Además, pueden beneficiarse de un crédito fiscal, calculado según el número de horas de formación (hasta 40 h al año) multiplicado por el salario mínimo por hora.
Mis consejos:
No existe un modelo perfecto para todos. Todo depende de tu momento de carrera, tu estilo de vida y lo que más valores: libertad, ingresos, estabilidad o equilibrio personal.
Mi consejo: muchos fisios empiezan como asalariados para conocer la ciudad, la región y la dinámica del trabajo sin asumir demasiadas responsabilidades. Tras unos meses o años, según las oportunidades y tus objetivos, dan el salto a autónomo, combinando ambos modelos según les convenga.
Piensa también en tu proyección personal: si no planeas formar una familia a corto plazo y quieres más independencia, puede ser el momento ideal para probar la opción liberal. Por otro lado, si buscas tranquilidad y seguridad, seguir como asalariado te permitirá organizar tu vida sin estrés y planificar tu futuro.
💡 Tip final: analiza tus prioridades, tus objetivos y tus ganas de asumir riesgos. La decisión no es definitiva: a lo largo de tu carrera podrás cambiar de estatus según tu evolución profesional y personal.
Recuerda: Lo bien que te vaya como fisioterapeuta en Francia va a depender mucho de lo bien preparado que estés. Así que no lo pienses dos veces: ponte en contacto conmigo para agendar una sesión gratuita de 15 minutos y valorar tu situación y definir el plan más adecuado.