Muchos fisioterapeutas hispanohablantes sueñan con trabajar en Francia, pero una de las preguntas que más me hacen es: “¿Qué nivel de francés necesito realmente para ejercer?”
Como profesional que ha acompañado a numerosos fisioterapeutas en su traslado a Francia y examinadora del DELF, puedo decirte que la respuesta no se limita a A1, A2 o B2.
No hay un examen obligatorio para trabajar como fisioterapeuta en Francia.
Sin embargo, un buen dominio del idioma facilita la integración y marca la diferencia a la hora de conectar con tus pacientes.
1. Bajo nivel de francés en termas: ¿vale la pena para un fisioterapeuta?
Trabajar en un balneario o centro de bienestar suele requerir un nivel de francés muy bajo, ya que la comunicación con los pacientes se limita a frases simples y “small talks”. Desde mi experiencia acompañando a muchos fisioterapeutas en su traslado a Francia, puedo decir que esta experiencia puede no ser tan enriquecedora como esperas.

La interacción profesional es limitada y gran parte del trabajo consiste en masajes repetitivos. No tienes la oportunidad de practicar la evaluación completa del paciente ni de planificar tratamientos más complejos. Además, el aprendizaje de francés suele ser más básico de lo que muchos imaginan.
Por eso, aunque puede servir como primer contacto con Francia, a menudo deja la sensación de que el tiempo podría haberse aprovechado mejor en entornos donde puedas aprender más y conectar más profundamente con los pacientes.
Mi consejo: Si realmente quieres pasar por la etapa termas, haz una temporada corta ahí, solo para familiarizarte con el país y la cultura laboral, pero a la par invierte tiempo en clases de francés para que tu aprendizaje del idioma y de la profesión sea mucho más efectivo.
Reserva tu sesión gratuita conmigo para hablar de tu proyecto y descubrir cómo puedo ayudarte según tus objetivos
2. Consulta privada: un nivel de francés intermedio, pero mucha comunicación
Trabajar en una consulta privada (llamada «un cabinet») requiere un nivel de francés intermedio, suficiente para comunicarte con claridad, escuchar activamente y adaptar tus explicaciones a cada paciente.
No necesitas el nivel técnico de un hospital, pero sí mucha soltura y naturalidad para gestionar las sesiones tú solo, sin depender de otros compañeros.
En una consulta, el idioma es una herramienta de trabajo tan importante como tus manos. No se trata solo de explicar ejercicios o dar instrucciones, sino de comprender cómo se siente el paciente, motivarlo y acompañarlo en su recuperación. La comunicación aquí es más emocional, donde el tono, la empatía y la capacidad de explicar con sencillez hacen toda la diferencia.
He visto que muchos fisioterapeutas que llegan a Francia subestiman esta parte. Piensan que basta con saber vocabulario de anatomía, etc. Pero lo que realmente cuenta es poder mantener una conversación natural, explicar un tratamiento sin esfuerzo o tranquilizar a un paciente que llega con dolor o miedo.
3. Hospital, SSR y grandes estructuras: comunicar con claridad y profesionalidad
Trabajar en hospitales, SSR (un centro de Soin de Suite et de Réadaptation) o grandes estructuras implica un nivel de francés más técnico y especializado, ya que necesitas poder comunicarte con colegas, rellenar historias clínicas y explicar y entender procedimientos de manera precisa.
En estos entornos, no solo se trata de hablar francés, sino de integrarte en equipos multidisciplinarios y coordinar tratamientos con médicos, enfermeros y otros fisioterapeutas.
A diferencia de la consulta privada, aquí rara vez estarás solo: el trabajo en equipo es constante y la interacción profesional es mucho más intensa. Además, puedes encontrarte con situaciones emocionalmente exigentes, como le ocurrió a uno de mis alumnos, Julián, que trabaja en un hospital en Paris en Reanimación con pacientes en estado crítico, tanto a nivel físico como emocional. O el caso de Irene, que ejerce en Burdeos en un SSR con pacientes politraumatizados y muy desmotivados, donde su labor no es solo rehabilitar físicamente, sino también volver a despertar la confianza y la motivación de cada uno de ellos.
Estos ejemplos muestran que ser fisioterapeuta en Francia no consiste únicamente en dar instrucciones claras, sino en acompañar, escuchar y conectar con cada paciente, incluso cuando las palabras faltan.
Si quieres ver de manera más visual cómo es el trabajo de fisioterapeuta en un hospital en Francia, te recomiendo este video con subtítulos muy interesante grabado en Marsella.

Mi consejo: Antes de lanzarte a trabajar en un hospital o en un SSR, asegúrate de tener un buen nivel de francés. No basta con memorizar listas de vocabulario: en el terreno real, lo que marca la diferencia es poder reaccionar, adaptarte y comunicar con empatía en cada situación.
Una vez allí, practicarás, te enfrentarás a casos reales y vivirás situaciones que pondrán a prueba tu francés cada día. Pero si llegas con esa base sólida, todo será mucho más fácil y disfrutarás de verdad del aprendizaje.
Por eso, te recomiendo preparar tu llegada con clases de francés sanitario centradas en simulaciones de casos clínicos y situaciones reales con pacientes. Así podrás expresarte con seguridad desde el primer día.
Reserva tu sesión gratuita conmigo y vemos cómo puedo ayudarte a preparar ese salto profesional.
4. Mucho más que dar instrucciones
Ya lo sabes, porque te conozco: después de la fase de luna de miel en Francia, te vas a frustrar un poco. Te darás cuenta de que “solo” das instrucciones y entiendes a tus pacientes en el plano físico, pero vas a querer más.
Querrás conectar de verdad con tus pacientes, motivarlos, acompañarlos y sentir que tu trabajo tiene un impacto completo.
Ser un buen fisioterapeuta en Francia significa exactamente lo mismo que en tu país: empatía, motivación, comprensión del paciente y profesionalidad. No basta con conocer vocabulario técnico; lo que marca la diferencia es tu capacidad para transmitir seguridad y confianza, incluso si tu francés aún no es perfecto.

Por eso es fundamental tomarse en serio el idioma: cuanto mejor domines el francés, más fluida será tu comunicación, más confianza generarás en tus pacientes y más podrás desplegar todas tus habilidades profesionales.
5. Requisitos oficiales y realidad práctica
En cuanto al idioma, la realidad es clara: no existe un nivel mínimo oficial de francés para ejercer como fisioterapeuta en Francia, ni se exige presentar el DELF o DALF. Contar con un certificado puede ser un plus ante el colegio de fisioterapeutas, pero no es obligatorio.
Sin embargo, tener el DELF nivel B2 puede abrirte muchas puertas.
Por ejemplo, en algunos casos te permite estar dispensado del examen de l’Ordre des kinés. Además, mejora tu CV y lo hace más atractivo para hospitales o centros en zonas con mayor competencia, como Marsella.
Prácticamente cualquier gran ciudad francesa entra en este grupo, donde los puestos son más disputados.
Dicho esto, no se puede llegar sin nivel de francés. Contar con una base sólida es fundamental para poder comunicarte con pacientes y colegas desde el primer día. Luego, tu experiencia profesional, habilidad clínica y empatía serán lo que realmente marque la diferencia y te permita destacar en tu trabajo.
Después de leer este artículo, ¿sientes que ha llegado el momento de hacer algo con tu francés?
Si quieres empezar desde cero, mejorar tu nivel o por fin sentirte más seguro al hablar, te invito a hacer un diagnóstico personalizado conmigo.
Así podré orientarte hacia la mejor opción para ti:
🇫🇷 Francés desde cero
💉 Francés sanitario
📘 Preparación para el examen del Colegio de Fisioterapeutas
🎯 Examen DELF
💼 Preparación para entrevistas de trabajo
Reserva tu sesión gratuita conmigo y vemos cómo puedo ayudarte a preparar ese salto profesional.